martes, 22 de septiembre de 2009

Llegamos al futuro.

Estamos en el siglo XXI y muchas de las metas de la humanidad han sido alcanzadas, muchas de ellas gracias a la tecnología. El futuro es éste, llegamos hace un rato, a un mundo atestado de botones con opciones para hacer la vida de colores y canciones.

El Arte, con su característica renovación no se congeló en el tiempo por la avasallante ola de entretenimiento, sino que la gran accesibilidad a los medios tecnológicos y de difusión ha permitido la innovadora y fructífera producción artística de nuestros tiempos.

Hasta ahora no he dicho nada :0, pero pensando en muchas de las características que tiene la tecnología, me llama poderosamente la atención el hecho de que muchos de los beneficios que tenemos de ella son éfimeros. Las computadoras son superadas una tras otra, tener un celular "moderno" supone una renovación del mismo cada 5 meses, la música(*) pasa de moda en 1,2,3 meses, las modas en cuanto a ropa están constantemente en un ciclo de "renovación".

Si la transformación del Arte actual tiene tanto que ver con la tecnología, entonces es probable que se esté convirtiendo en algo tan efímero como un producto que sale al ruedo con la idea de que pronto será aclamado o rechazado para en breve ser reemplazado.

¿Será que ya no habrá Obra inmortal?

¿Qué se requiere para ser un artista del s.XXI?

¿Es sólo alguito de talento y genio, con una gran capacidad para venderse?


Llegamos al futuro, con tanto bombardeo creativo, artístico y publicitario podemos detenernos, mirar alrededor y replantearnos el problema del Arte, no como el proceso creativo sino como un actor en un escenario lleno de público exigente que se aburre o aplaude facilmente.

Mediante una búsqueda de artistas, actuales y relacionados a los "nuevos medios", puede que se aclaren algunas dudas indagando en las experiencias personales que los han consagrado como artistas.

Estas lineas van basicamente de una hemorragia repentina de cuestionamientos. Aunque la imagen sea bastante desagradable, la verdad es que nunca se termina la tela para cortar.

Espero por "conocer" a mi espejo merideñ@ y poder hablar alguito sobre esto y (con alegría) de muchos otros temas.

Gin.

3 comentarios:

  1. Bienvenida Gin! Hay una teoría sobre lo transitorio de las cosas, expuesta por Annie Leonard en un video muy interesante y pedagógico que trata sobre la "historia de las cosas" (http://video.google.com/videoplay?docid=-5645724531418649230#). Esto también lo tocaba Walter Benjamín a propósito del cine en un texto de 1936 que estudiaremos en algún momento del semestre. Aparte de lo transitorio que resultan las innovaciones de los objetos tecnológicos, está la lógica que se abre a medida que se profundiza y se vuelve cotidiano su uso. Eso no está resultando transitorio... y es un tema interesante para comenzar a discutir.
    En esta semana Yucef y yo terminaremos de planificar tu pareja merideña!
    Me gustó lo de "campo dialéctico", por cierto. Excelente definición de "esto"!
    Un abrazo, Glo

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  2. Hey, hola, como estas?...aqui entro corriendo, temeroso de que en cualquier momento se vaya la luz, pues como es de costumbre, ya es hora...con desden la estamos esperando...
    Si va! me encaatria trabajar contigo made, (made me remite a made que en ingles es hacer, asi que....hagamos...
    Como había dicho, no se exactamente que es lo que es... si tu sabes, dime...
    Saludos!

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  3. hi, mi nombre es elizabeth soy estudiante de la escuela de arte en la ULA Mérida y me gustaria establecer conversaciones contigo, tengo que buscar a un amigo (a) en la UCV y me gustaria que fuera contigo.
    Un futuro radiante a la vista... A escuchar estas palabras, Sterling se echa a reír: “¿Y por qué no pensar en un futuro a lo Bollywood, una mezcla de anarquía y tecnología? En la actualidad es la industria cinematográfica más grande del mundo. ¿Dónde queda, pues la industria europea? Con poca tecnología y mucha ayuda del Estado, el estilo Renaissance Sarkozy igual termina por influirnos a fuerza de películas con misión civilizadora”, se permite como digresión.

    Este universo tecnológico es también la consagración de la era You Tube 3.0 que ya anuncian algunos. Una red hiperconectada en la que todos podemos se actores y realizadores alguna vez. “El mundo podría convertirse en una gigantesca escuela de cine, atestada de gente no muy profesional con toda una panoplia de medios tecnológicos”, imagina Sterling. Y añade: “Ya no tendremos películas, sino trozos de películas. Y en seguida nos preguntaremos que dónde han ido a parar los grandes maestros. ¡Aunque la verdad es que si nos tuviéramos que atener a profecías de futurólogo, Japón dominaría el mundo desde hace 20 años!”, concluye, divertido.

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